Llevo tiempo queriendo escribir sobre lo que últimamente más me irrita, más me preocupa y no consigo acostumbrarme… La Vulgaridad.
¿Quizás... será por que recién cumplidos los 50, se empiezan a acentuar las manías?
Pese a la dura situación económica
que estamos pasando en este País, consecuencia de multitud de circunstancias y
sobre todo, de la hecatombe del Empleo, veo que pocos muy pocos, están
aprovechando las oportunidades, escasas o abundantes, que en estos momentos el mercado ofrece. Si,
si… no me he equivocado, en situaciones difíciles es cuando tenemos la
oportunidad de diferenciarnos de los demás e intentar (con la idea de
conseguir) hacer las cosas mucho mejor que los demás; a esto se le llama Instinto de Supervivencia.
Todos o al menos muchos, hemos
usado la famosa frase de Einstein hasta el punto de desgastarla, que decía así:
“No
pretendamos que las cosas cambien, haciendo siempre lo mismo” pero me da, que casi ninguno la hemos
aplicado y recordar que un paso importante en el camino hacia el Éxito, está en
HACER. Las palabras sin la Acción correspondiente, no son más que ideas y éstas
por si solas, se quedan en la triste, peligrosa y cobarde INTENCIÓN.
¿Estamos Paralizados?
El mismo Einstein nos hablaba de
oportunidades y decía textualmente: “La crisis es la mejor bendición que puede
sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos” y “quien supere
la crisis, se supera a sí mismo sin quedar superado.
Pero… ¿Cuál es una parte
importante de la realidad que yo observo? : La Mediocridad, La Ley del mínimo Esfuerzo, La
Vulgaridad, La falta de Profesionalidad, La Constante Crítica, La Falta de
Formación,…
Convencidos de que estamos
inmersos en una auténtica Crisis de Valores y tan obcecados a que ésta viene desde arriba, no nos damos cuenta que existe una gran
carencia de valores desde abajo y recordar,
que los grandes edificios siempre se empiezan a construir desde su cimentación. Hay quien esperó toda su
vida a que todos cambiaran y a punto de morir, se dio cuenta que para que todo
cambiara, el primero en hacerlo debería de haber sido él.
Me molestan los chismorreos, me
molestan los vagos, me molesta la falta de criterio al opinar, me molesta que
me mal atiendan en un restaurante, en una tienda, en cualquier comercio, me molesta la queja
constante, me aburre la gente que esta vacía, me molesta la gente que cree que
es lo que no es, me desespera el desorden, la mediocridad, me crispan quienes
esperan de los demás lo que por ellos mismos
podrían hacer, no entiendo a quien todavía no ha tropezado… ¿a que
espera?, me molestan las cosas a medias, las cosas mal hechas, la falta de
profesionalidad, la pasividad, los justicieros injustos, los que miran hacia
fuera más que hacia adentro,…en definitiva:
Me molestan todas aquellas cosas que siendo vulgares, se están convirtiendo en
habituales
Estoy seguro de que también hay
una gran cantidad de personas que han sabido aprovechar el momento y darse
ellos mismos la oportunidad de progresar en su formación y como dijo Einstein, se habrán superado a sí mismos…. Para todos
ellos, mis FELICITACIONES.
Independientemente de que
pertenezcamos a una Organización o Empresa, o que nuestro entorno nos ponga
frenos o limitaciones a nuestros proyectos o ilusiones, no tengáis ninguna duda
del recorrido que todos tenemos para poder avanzar sin ayuda de nadie y tan
solo con nuestro esfuerzo.
Si os reincorporáis a vuestros
puestos de trabajo en estas fechas, tras el periodo vacacional, recordar “las cosas que hacemos en la vida, gracias a la Empresa” y si por el contrario, sigues trabajando en la búsqueda de una ilusión, hazme un favor… hazlo de una
forma diferente, márcate objetivos, hazte una buena hoja de ruta, fórmate e
infórmate, toca fuerte a las puertas y
seguro que te las abrirán.
Un abrazo a todos.